miércoles, 17 de abril de 2013

reflejo 9 parte 2


Entre las Páginas:


Por: Buba.

Las yeguas finas

Me llamo Sofía, tengo 11 años y soy una yegua fina. Así les dicen a las chicas que estudiamos en el colegio francés…

Guadalupe Loaeza escribe este libro en 2006. Una novela que atrapa por la peculiaridad de su historia que en realidad es muy sencilla. Lo que a mi parecer es lo más sobresaliente de este texto es que te transporta a otra época, aquella costumbrista, llena de hipocresía y tradiciones.

Una obra donde se habla de las marcas, las tendencias, las formas de comportarse en la sociedad y todo visto y expresado desde el punto de vista de una pequeña de once años que estudia en uno de los mejores colegios de México y que vive en una familia de clase media con aspiraciones a ser algún día de clase muy alta.

Esta pequeña sufre como todos los niños con hermanos mayores… se siente abandonada y dentro de su relato vive las experiencias mas terribles que puede vivir un pequeño en su cotidiano existir.

Este libro es muy bueno para leerlo en un fin de semana o unas cuantas hojas todas las tardes acompañando tu lectura por un buen café.

La editorial es Planeta y lo puedes encontrar en cualquier librería. Su costo no excede los $70.oo e incluso lo encuentras en mercadolibre.com.



-   El recreo.
Mr. Green:
La mosca en la leche.
Como cada mañana Erick estaba sentado en el comedor del orfanato, frente a sus ojos había un vaso de leche; lo observaba, no tenía la intención de beber leche ya que no le gustaba; una mosca daba vueltas alrededor, así dando vueltas la mosca fue directo al vaso, se paro y caminó por la orilla del vaso, se rascó las alas, luego se limpió la cara, se puso frente a Erick, frotó sus patas delanteras y se vieron; ninguno hizo algo, así que lentamente se metió al vaso. Comenzó a beber del líquido blanco, el niño solamente observaba a la mosca que daba de vueltas dentro del vaso. El cocinero llegó con un trapo a espantar a la mosca, le hizo una cara de enojado al pequeño y se llevo el vaso; siempre era lo mismo, el niño dejaba la leche.
Al siguiente día Erick estaba sentado frente a un vaso de leche, ahí estaba observando el vaso,  la misma mosca volaba alrededor, llegó, se puso a la orilla del vaso, camino por la orilla como un buen equilibrista, se metió al vaso y comenzó a beber de la leche; salió se quedó viendo al niño, le salió un pequeño eructo y dijo: “gracias camarada, está muy rica esta leche, debías probarla.”  Voló antes de que el cocinero le diera un golpe con un periódico que llevaba en su mano, tomó el vaso y se lo llevó, alcanzó a decir: “diantre de niño.” Se fue dejando el periódico sobre la mesa, Erick tomo el papel enrollado y salió en busca de la mosca, la vio revoloteando por el pasto, intento darle un golpe, pero falló, la vio parada sobre la pared e intento darle otro golpe, pero volvió a fallar. Tomo el periódico y se fue a sentar a una banca, pasaron unos minutos, se escucho el vuelo de la mosca que se poso sobre su mano, le dijo: “hola camarada. He visto que tratabas de golpearme, gracias a la leche que me dejas he podido tener más velocidad, ahora es más fácil para mí escapar, se dice que somos asquerosas y demás cosas, pero nosotros cumplimos una función dentro de este mundo, tal vez no seamos de lo más importante, pero por algo existimos en el mismo planeta, a veces se me hace injusto que nos maten, mira los conejos, no hacen nada, pero son simpáticos y nadie los mata con un trozo de periódico; nosotras igual somos simpáticas.  Pero así es la vida de una mosca.”  Sin decir nada más la mosca se fue volando hacia el jardín. 
A la siguiente mañana Erick estaba frente a un vaso de leche, lo tomo y le dio un sorbo, el sabor no fue mucho de su agrado, así que le dio otro sorbo,  entonces el sabor le comenzó agradar, la mosca se apresuro a llegar y le dijo: “despacio camarada, deja que yo también pueda tomar.” El cocinero salió a toda velocidad y trato de atrapar a la mosca, lo cual no logró, el niño se sentó en la banca con rastros de leche aun en sus labios. La mosca volando se posó en su  mano: “ese cocinero nunca podrá atraparme, no te tomes la leche tan rápido casi me dejas sin desayuno.” Se fue volando de nuevo.
El cocinero reporto la plaga de moscas con la directora, así que ella inmediato llamo a un exterminador de plagas. Por la tarde llegó el exterminador, regó por todas parte su letal insecticida, muchas moscas cayeron, unas daban vueltas en el suelo sin poder alzar el vuelo; los niños las aplastaban. Erick buscaba a su amiga mosca entre las aplastadas, pero no la podía distinguir, ya que todas eran iguales, solamente se escuchaba el crujir de las moscas al ser aplastadas; Erick desconcertado buscaba sin tener éxito, se notaba la desesperación de no hallar a su amiga. El cocinero se sintió complacido al ver que las moscas habían muerto, regreso a la cocina cantando muy feliz.
El niño se quedo triste viendo en el suelo a todas esas moscas aplastadas, entre ellas pensaba que estaba su amiga mosca y el no pudo rescatarla; una lágrima estaba a punto de salir de su ojo, cuando una voz en su oído le dijo: “ya ves camarada la importancia de la leche, de no haber bebido tanta me hubieran aplastado como a ellas, pero una vez más la leche me ha ayudado a sobrevivir, pero en estos momentos no es seguro estar en este lugar, camarada me voy por un tiempo cuídate y bebe de la leche que ya ves como funciona…”  se escucho el aleteo de la mosca que se alejaba; voló hasta que ese punto negro con alas se perdió entre el jardín y el cielo azul. El niño se quedó triste, pero a la vez alegre de haber visto viva a su mosca amiga.
Varios días pasaron, Erick ya tomaba de su leche, al terminar se paraba en el patio, esperaba ver alguna mosca que llegara, pero era en vano, no llegaba nada. Las hojas comenzaron a caer, el viento del otoño soplaba, el pequeño estaba sentado frente a un vaso de leche, lo observaba y luego le daba un sorbo, volvía a ver el vaso y le volvía a dar un sorbo; trataba de no tomar rápido por si llegaba su camarada; en eso una pequeña mosca entro volando por la ventana, dio vueltas sobre el techo, aterrizó en la mesa; se rascó las alas, luego se limpió la cara, se puso frente a Erick, frotó sus patas delanteras, se vieron, se acercó y caminó por la orilla del vaso, se quedo viendo  al niño, el niño dibujo una sonrisa y le dijo “camarada.” La mosca no respondió y se metió a beber lo que había de leche, después llegó otra mosca, se paro en el hombro del niño y le dijo. “camarada, él es mi hijo un poco tímido y glotón. Venimos a visitarte y de paso para que el pruebe la leche, ya te veo más fuerte, haz bebido de tu leche, eso me alegra. Nos tenemos que ir antes de que ese cocinero nos quiera atrapar, nos vemos, cuídate camarada, pronto te visitaré.” Le chifló a su hijo, el alteo de ambas se escucho y juntos volaron en lo que el cocinero salía corriendo y gritando “shu mosca, shu mosca,  shu mosca.” El niño comenzó a reír, salió a jugar con los demás niños, se dio cuenta de lo importante que era el tomar su leche por la mañana y el respetar  a las demás especies que habitan el mundo; todos aquí cumplen una función pensó.

“Dedicado a la sonrisa que se está llenando de dientes y me hace cada día mejor; el pequeño Erick cachetes.”





Demencias Culpables

Por: Black Hexe

NIÑOS ASESINOS


Jon Venables 10 años  y Robert Thompson 10 años

Solo tenían diez años cuando cometieron uno de los más aberrantes crímenes de la historia del Reino Unido. La mañana del 12 de febrero de 1993 ambos faltaron a la escuela y fueron a un centro comercial robaron algunas cosas pequeñas de los comercios. Pensaron que seria genial secuestrar un chico para lanzarlo al tráfico y provocar un accidente. James Bulger un niño de dos años estaba jugando fuera de la carnicería donde estaba comprando su madre, lo convencieron de irse con ellos solo fue cuestión de segundos para que los tres desaparecieran del centro comercial.  Fue el comienzo de una horrible agonía. Lo arrojaron a un zanja provocándole heridas en el rostro,  el pequeño lloraba algunas personas los vieron pero asumieron que eran hermanos y que solo estaban jugando. Caminaron hasta unas vías de tren. Ahí le arrojaron piedras al pequeño, lo patearon le introdujeron pilas en la boca y le dejaron caer una viga de metal de 10 kgs. en la cabeza lo que le provoco múltiples fracturas craneales. Pusieron el cuerpecito sobre la vías del tren esperaban que pareciera un accidente. Fue hallado el 16 de febrero, tras cuatro días búsqueda nacional; un tren lo había cortado en dos. Thompson y Venables, fueron juzgados como adultos pero fueron recluidos en un centro de readaptación juvenil donde tenían muchas libertades, en el año 2001 consideraron que ya estaban rehabilitados y los dejaron libres con un mandato judicial para que nadie conozca sus nuevas identidades.

Mitchell Johnson 11 años y Andrew Golden 13 años

 

Son las personas más jóvenes hasta el momento que han atacado un centro escolar. En su lugar de nacimiento es muy común que se les enseñe a los varones a manejar armas desde muy pequeños. Sus padres frecuentaban concursos de tiro y salían a cazar animales en los bosques cercanos. Desde su nacimiento Andrew fue premiado con armas y rifles de cacería.  Mitchell era un niño regordete sin amigos, su única compañía era su primo Andrew,  ambos se sentían excluidos del ambiente escolar  su único pasatiempo era recrear las películas de acción favoritas con las armas reales que poseían. El motivo del ataque a su escuela primaria es simple, Mitchell le pide a una compañera de escuela que sea su novia, ella se burla  y le dice que jamás va a salir con él, esto lo enfurece y amenaza a la niña con un cuchillo. Una profesora interviene y al parecer suspenden Mitchell.  Él y su primo Andrew planean una venganza. Al medio día del 24 de Marzo de 1998  Andrew hace sonar la alarma de incendios de la escuela y corre a ocultarse entre los árboles que rodean el instituto, cuando todos los alumnos salen al patio él y Mitchell empiezan a disparar a discreción  al principio solo apuntan a mujeres, la primera en recibir un disparo es la niña Candance Porter de 12 años la que había despreciado a Mitchell. En total matan a 5 personas, cuatro alumnas de 12 años  y una maestra embarazada  y hieren a 10 más, en cuando llega la policía intentan huir en el auto del padre de Andrew pero los oficiales los detienen, pensando que podrían estar relacionados con el responsable del tiroteo,  grande es su sorpresa cuando los chicos confiesan que son ellos los que dispararon a los alumnos.

Craig Price

La noche del 27 de Julio de 1987 Craig Price de tan solo 13 años de edad entro en la casa de Rebbeca Spencer una joven de 27 años que vivía a solo dos casa de Craig. Tomo un cuchillo de la cocina  y apuñalo a la mujer 58 veces. La policía nunca encontró nada que pudiera dar con el asesino. Dos años después Pierce ya era un joven de 15 años y acababa de entrar  a la escuela preparatoria, bajo el influjo de LSD se introdujo en la casa de unos vecinos ahí asesino a una mujer Joan Heaton y a sus dos hijas Jennifer de 10 años quien recibió 62 puñaladas en todo su cuerpo y Melissa de 8 años a quien ataco tan salvajemente que el cuchillo se rompió dentro de su cuello. La policía determino que por la naturaleza del ataque el agresor también tendría heridas, en un recorrido por las calles aledañas los oficiales vieron a Craig con una mano vendada, uno de los policías lo conocía le hicieron preguntas sobre los homicidios y revisaron su casa, donde encontraron objetos que sustrajo de las casa de los Heaton. Fue condenado a prisión y hubiera quedado en libertad poco después del 2000  de no haber sido por sus riñas en la carcel. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario